Eh, bueno, pues lo voy a contar tal y como lo soñe. No se si me lo voy a acordar. La historia era la de un hombre, que se enamoro de una mujer como casi todas las historias o las historias que merecen la pena recordar, o soñar o inventarse. Se conocieron en un bar en el que tu alguna vez tambien has estado , El estaba esperando una cita que por supuesto no iba a llegar, porque si no no tendriamos historia y acodado en la barra la vio a ella en la mesa de la esquina tomando un te, a sorbos y leyendo un libro de Eduardo Galeano, Amares por ejemplo, y El se acerco y se sento con ella le dijo ¿me permites? y ella levantando la mirada del libro le dijo por supuesto y se sentaron y hablaron de lo divino y de lo humano y bueno y Ella, El empezo a hacerle preguntas y Ella pues le daba las respuestas y cuando tenia la respuestas pues le cambiaba las preguntas y El se armo de valor y decidio invitarla un cafe al dia siguiente en el mismo sitio y a la misma hora en la que se habian encontrado. Cotidianamente empiezan a quedar en el mismo sitio en la misma hora, en la misma mesa del cafe. Y uno de esos dias el descubre que se ha enamorado locamente de ella, yo creo que es asi, que el se enamora de ella como tiene que ser. Y en ese momento en el que le va a prometer le va a pedir que se vaya a vivir con el que no soporta nada mas, ella le dice antes de que hables tengo que decirte algo muy pronto me marchare muy lejos, pero no te preocupes porque yo cada primero de mes te mandare una carta para contarte lo que he hecho y lo que no hecho, lo que tendremos que hacer, lo que nos queda pendiente y lo mucho que te hecho de menos. Y el dijo que bueno, que preferia que ella no se fuese pero que esperaria sus cartas cada primero de mes. Y ella se fue, y paso un mes y ese primero de mes llego la primera carta de ella en la que ella le decia lo mucho que le queria lo mucho que le hechaba de menos le contaba lo que habia hecho y lo que no habia hecho, lo que harian juntos lo que quedaba pendiente y le decia que muy pronto muy pronto estarian juntos. Y paso otro mes y llego la segunda carta mes tras mes nuestro amigo iba recopilando las cartas que ella le mandaba y las ponia al lado de la mesilla y las releia cada noche, las releia tambien por las mañanas al levantarse y de camino del trabajo y a veces en el trabajo tambien leia aquellas cartas de amor, terribles, porque terribles tienen que ser las declaraciones de amor, cartas en las que ella le prometia que muy pronto volveria, y le contaba lo que habia hecho lo que no habia hecho y lo que harian juntos. Y cada vez eran mas las cartas y no cabian encima de la mesilla y nuestro amigo compro una caja fuerte para guardar aquellas cartas porque aquellas cartas eran su maximo tesoro, aquellas cartas eran todo lo que le mantenia vivo, esperar dia tras dia aquellas cartas que cada primero de mes llegaban con puntualidad. Y fueron muchas, muchas las cartas que recibio hasta que un dia sin previo aviso, dejaron de llegar. El al principio penso que seria un error del cartero, que se habian extraviado pero a los dos meses dejo de esperar. Aun asi nuestro amigo no perdio la esperanza y releia aquellas cartas con el mismo amor y con el mismo nerviosismo como las leia cuando las acababa de recibir y los sobres ajados se guardaban en aquella gran caja fuerte y el tiempo pasaba y el cada primero de mes abria el buzon con la esperanza de encontrar aquella carta que ella le dijera: amor mio, muy pronto estaremos juntos. Un dia en el que el no estaba en su casa llegaron unos ladrones y abrieron su casa. Se encontraron una gran caja fuerte y pensando que contendria grandes riquesas se la llevaron a su guarida, cual fue la sorpresa de los ladrones cuando se dieron cuenta que aquella caja fuerte contenia cientos y cientos de cartas de amor, cartas en las que una mujer le declaraba su amor terriblemente a su amado diciendole lo mucho que lo hechaba de menos, lo que harian juntos lo que no hacia, lo que quedaba pendiente y que pronto muy pronto estarian juntos. Cuando llego nuestro amigo a su casa y vio que le habian robado su mas preciado tesoro se vino abajo y roto y desecho salio de su casa y se puso a preguntar a la gente por las calles si alguien habia visto una caja fuerte llena de cartas de amor, cartas terribles de amor. Pero claro no encontro a nadie. Los ladrones al ver esas cartas primero pensaron en quemarlas o tirarlas al arroyo pero enseguida al mas joven de los ladrones se le ocurrio otra idea. Asi paso un mes y llegaba nuestro amigo taciturno y cansado de buscar, triste, llegaba a su casa cuando le parecio ver algo, en su buzon. Abrio el buzon y encontro la primera carta que Ella le habia escrito, y la leyo con el mismo nerviosismo le temblaban igual que la primera vez las manos al abrir la carta y leer aquellas palabras en las que Ella le decia lo mucho que le queria lo mucho que le hechaba de menos lo que no hacia, lo que harian juntos, lo que quedaba pendiente que muy pronto muy pronto estarian juntos. Los ladrones habian decidido mandarselas puntualmente cada primero de mes tal y como ella se las habia mandado, y ahora nuestro hombre resucitaba esperando cada dia aquella carta, aquella carta en que, ella por fin le dijera: amor mio pronto muy pronto estaremos juntos.
Ismael Serrano
lunes, 3 de marzo de 2008
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2 comentarios:
en re linda esa historia...Galeano escribio un relato muy parecido(debe ser por eso q al principio pone en mano de ella un libro de ecuardo galeano...a modo de dejar en clro la relacion).
bueno...me encanto...je
me encantan esas historias
fe de erratas:
donde dice ecuardo lease eduardo
donde dice en clro lease en claro
jaja
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